Comienzan las vacaciones de Pascua, y estos conejitos azucarados son una buena propuesta para el desayuno de pequeños y mayores. La receta es alemana, y se suele hacer con aceite de girasol y queso quark, pero yo la he españolizado un poquitín, y he utilizado aceite suave de oliva, queso crema, y abundante ralladura de limón.
Es una receta sencilla e ideal para que los mas peques ensucien la cocina, y se diviertan creando.
Ingredientes
- 400 gr de harina
- 200 gr de queso crema (puedes utilizar como en la receta original quark)
- 50 gr. de leche entera
- 90 ml de aceite suave de oliva (opcional: puedes utilizar de girasol)
- 90 gr de azúcar
- una pizca de sal
- 1 yema
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional: en su lugar puedes utilizar 1 paquete de azúcar de vainilla. Resta la cantidad que viene en el paquete al total de azúcar)
- la ralladura de 1 limón
- 1 paquete de levadura en polvo
Para el pincelado
- 75 gr. de mantequilla derretida
- azúcar vainillada
Elaboración
En primer lugar precalentamos el horno a 200ºC (180ºC si es de convección), calor arriba/abajo.
Luego preparamos la bandeja que irá al horno con papel de hornear o Silpatmatten.
La realización es muy rápida y simple, ya que la masa no necesita levar, ni reposar.
En un bol colocamos el queso crema, la ralladura de limón, el aceite, la leche, el extracto de vainilla, y el azúcar. Mezclamos con unas varillas manuales, hasta obtener una crema.
Sobre un trozo de papel de hornear o otro bol tamizamos la harina con la levadura y la sal.
Añadimos los ingredientes secos a la crema de queso. Unimos y amasamos los ingredientes hasta formar una masa lisa y homogénea.
La dividimos en dos y trabajamos con una parte cada vez.
Estiramos la masa alrededor de 1 cm de espesor sobre una superficie ligeramente enharinada, y con un corta pasta en forma de conejo (o con otro motivo relacionado con la Pascua), vamos recortando la forma, y después las colocamos en la bandeja de hornear. Repetimos el proceso hasta agotar la masa.
Derretimos la ½ de la mantequilla en el microondas, y pincelamos un poco los conejitos.
Horneamos durante aproximadamente 10-15 minutos, o hasta que estén dorados.
Derretimos la otra mitad de la mantequilla, los volvemos a pincelar y espolvoreamos azúcar vainillada por encima, luego los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Es una elaboración para comer el mismo día que se realiza.
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