Aunque parezca que este blog va solo de dulce, no es así, pero como son fiestas y no paro por casa, estoy subiendo las recetas de alguno de los dulces que hago para llevar o regalar.
A más a más, en estas fechas cocino en casa de mi madre, y claro esta, no me voy a poner a hacer fotos a todo lo que cocinamos, porque pondría a mi madre de los nervios, y me mandaría derechita a mi casa.
Hoy os propongo unas tartaletas de membrillo y frangipane. Bueno en realidad yo le he puesto mermelada de membrillo, ya que mi madre me regaló un tarro de producción propia.
INGREDIENTES
Masa sablé
• 150g de harina
• 125g de mantequilla un poco fría pero algo blanda
• 75g de azúcar glas
• 2 yemas
• 30g de almendra molida
• 20g de avellana molida
Relleno
• dulce de membrillo (casero o al corte)
• frangipane
Crema de frangipane
• 75g de azúcar
• 75g de mantequilla a temperatura ambiente
• 75g de almendra molida
• 1 cucharadita de ralladura de naranja y de limón
• 1 yema de huevo
ELABORACIÓN
En un bol mezclaremos el azúcar, las yemas y la mantequilla, como podéis observar en la foto, esta vez no he utilizado el robot de cocina, sino que he trabajado la mezcla con una cuchara de palo, para que veáis que a mano se puede hacer perfectamente, ya que hay mucha gente que no dispone de estos aparatos.
La crema debe volverse lisa, cremosa y homogénea.
En otro cuenco dispondremos la harina, la almendra y la avellana molidas, y formaremos en el centro una especie de volcán, donde verteremos la preparación anterior. Mezclaremos de nuevo, hasta formar una bola compacta.
Envolveremos en film alimentario y guardaremos en el frigorífico mínimo 30 minutos, para que todos los ingredientes acaben de integrarse mejor y la mantequilla vuelva a endurecerse.
Mientras la masa se endurece prepararemos la crema de frangipane.
En un cuenco trabajaremos, en primer lugar la mantequilla con el azúcar, cuando estén bien integrados y cremosa la mezcla, añadiremos la yema y volveremos a mezclar.
Por último, incorporaremos la almendra y la ralladura de naranja y limón.
Precalentaremos el horno a unos 180ºC.
Sacaremos la masa de la nevera, y la extenderemos hasta conseguir un espesor de unos 3mm aproximadamente. Seguidamente la colocaremos sobre los moldes de tartaleta, y recortaremos los sobrantes.
Verteremos sobre unas membrillo y sobre otras frangipane, una cucharadita, porque sino se desbordará.
Podéis pintar con huevo o no, en mi caso probé las dos opciones y me gusto más como quedaban sin pintar.
Las colocaremos en la bandeja del horno y las cocinaremos entre unos 8 o 9 minutos a unos 170º, o hasta que veáis que están de un dorado moderado.
Una vez frías decorar al gusto, yo he utilizado unas decoraciones de azúcar que compré en el líder.