Una manera fácil y deliciosa de aprovechar la fruta de temporada.
La compota es muy rápida de hacer y el toquecito de whisky le da un sabor muy especial.
Ingredientes
Para la compota
• 1 kg. de nectarinas cortadas en cubitos
• 200 gr. de azúcar
• 30 ml de zumo de limón
• ½ vaina de vainilla
• 30 ml de whisky
Para la masa
• 350 gr. de harina
• 30 gr. de avellana molida
• 150 gr. de mantequilla fría cortada en cubitos
• 1 yema de huevo
• 60 ml. de agua
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• ½ sobre de levadura en polvo
• 40 gr. de almendra laminada
Elaboración
En primer lugar realizaremos la compota, ya que para utilizarla debe de estar completamente fría.
En una sartén caliente añadimos todos los ingredientes, excepto el whisky.
Lo cocinamos a fuego medio bajo hasta que comienza a espesar, continuaremos la cocción hasta que espese y empiece a pegarse en los lados. Unos 10 minutos aproximadamente. Retiramos del fuego.
Por último añadiremos el whisky, lo removemos y lo dejamos enfriar en la sartén.
Mientras enfría realizaremos la masa.
Precaliente el horno a 170º C calor arriba y abajo (si el horno es de aire 155º C).
Utilizaremos un molde desmontable rectangular (20 x 25 cm) o cuadrado (22 cm), con la base forrada con papel de hornear.
Primero, colocaremos en un bol amplio la harina, la levadura y la avellana tamizada, añadimos el azúcar y mezclamos, luego incorporamos la yema, la mantequilla, el agua, y el extracto de vainilla.
Mezclamos hasta que tengamos una textura de migas gruesas.
Esparciremos ¾ partes de la masa de migas en la base, esta debe de quedar bien cubierta. Hornearemos unos 20 minutos. A continuación dejamos enfriar.
Cubriremos la base con la compota de nectarinas, y esparciremos por encima el resto de las migas con las almendras laminadas.
Cortaremos cuando aún esté caliente, y dejamos enfriar sobre una rejilla. Se puede espolvorear un poco de azúcar glas por encima, pero a mi particularmente me gusta sin.