Hoy es
un día triste, pero lleno de recuerdos lindos. Es el primer día del padre que
paso sin el.
La
verdad es que he tenido mucha suerte siempre nos ha apoyado y ayudado en todo
lo que ha podido a mi hermana y a mi.
Las primeras
galletas que hice cuando era pequeña, mi papi fue el único que se las comió, pobrecito
mío, aquello estaba duro, duro, vamos que en vez de adamantium podían haber
utilizado mis galletas para revestir el esqueleto de Lobezno (X-men). Pero mi
padre lo único que me dijo es, que me habían salido un poquito duras aunque
estaban muy buenas, eso es amor de padre, porque ni mi madre se las comió.
Así que
para un día tan lleno de recuerdos hermosos, he hecho un bizcocho que le
encantaba, suave, jugoso y lleno de sabores y texturas. El bizcocho en si está
de vicio, pero si le añadimos nueces y pera caramelizada ya es de infarto.
Podéis
sustituir la pera por manzana sale igual de bueno, es más cuando lo hice la
primera vez utilice manzana. La idea se me ocurrió haciendo un pastel
invertido, y pensé en medio del bizcocho la manzana caramelizada también tiene
que quedar muy rica, y además no dejará tan húmeda la tarta. Esto lo digo, porque un día hice una tarta alemana que lleva una mezcla de canela en polvo y
manzana rallada en su interior, de sabor estaba espectacular, pero después de
unas 5 horas estaba empapada del jugo de la manzana, un desastre. Pero con la
manzana o pera caramelizada eso no pasa, y el sabor es increíble.
Habréis
observado que utilizo mucho el azúcar vainillada, es porque la hago yo misma,
es tan sencillo como coger un bote hermético, poner una vaina de vainilla
abierta, y incorporar azúcar normal, cierras el bote, y en un día tienes un azúcar
aromatizada de vainilla. Puedes incorporar también las vainas utilizadas en
cremas, las limpias las secas y las añades al bote, puedes ir reutilizándolas.
INGREDIENTES
· 5
huevos
· 160g de
azúcar vainillada
· 230g de
harina
· 1
yogurt natural
· La ralladura
de un limón
· 175g de
mantequilla
· 1 sobre
de levadura
· 3
cucharadas de ron
· 2 cucharadas
de leche
· 3 peras
(cortadas en láminas un poco gruesas)
· ½ manzana (cortada en daditos)
· Azúcar normal
para caramelizar
· 80g de nueces
· 50g de almendra
laminada
· Azúcar glas
· 1
cucharada de harina o pan rallado para espolvorear el molde
· Un poco
de mantequilla para untar el molde
ELABORACIÓN
En primer
lugar caramelizaremos las peras, echamos dos cucharadas de azúcar en una sartén
caliente y cuando tome un tono dorado vamos colocando las rodajas de pera sobre
el azúcar, la tenemos como medio segundo por cada lado. Vamos repitiendo la
operación con el reto de pera, añadiendo una cucharada de azúcar cada vez. A medida
que las vamos sacando las colocamos sobre papel de hornear para que no se
peguen.
Mientras
se enfrían las peras, prepararemos el bizcocho. En un bol o cuenco hondo y
amplio pondremos la mantequilla con el azúcar y la ralladura de un limón, y
batiremos hasta que los ingredientes estén bien integrados, debe de quedarnos
como una cremita. Luego iremos incorporando los huevos uno a uno, cuando lo
tengamos todo mezclado, añadiremos el yogurt, y lo incorporaremos a la masa.
Seguidamente,
la harina tamizada con la levadura, la uniremos con una varilla manual sin
batir demasiado, sino con más dulzura, en mi caso lo hago todo con la varilla
manual, pero si lo hacéis con una varilla eléctrica, en este punto mejor
utilizar la manual o bajar bastante la potencia de la eléctrica. A continuación,
los líquidos, la leche y el ron.
Por último,
añadiremos las nueces ligeramente picadas, y la manzana cortada en daditos
pequeños.
Prepararemos
el molde, con un poco de mantequilla, harina o pan rallado, repartiéndolo bien
por todo el molde para que el bizcocho no se pegue.
Primero
incorporaremos la ½ de la masa, sobre ella iremos colocando la pera
caramelizada, y posteriormente el resto de masa. Esparciremos la almendra
laminada por encima junto a una pizca de azúcar vainillada.
Introduciremos
el bizcocho en el horno precalentado a 200º, una vez dentro bajaremos la
temperatura entre 180º y 170º, durante 1 hora aproximadamente. Transcurridos unos
40 minutos, introduce un palito de madera (los de hacer brochetas) en el medio
para comprobar la cocción, porque cada horno es un mundo y los tiempos varían.
Cuando lo
saquemos del horno lo dejamos enfriar un poco antes de desmoldarlo, y luego lo
colocaremos sobre una rejilla (te la puedes comprar, o hacer lo que yo, las de
los microondas rotos me las guardo y me sirven para la repostería).
Una vez
frío lo espolvorearemos con azúcar glas.
A
disfrutar!!!
1 comentarios:
tiene muy buena pinta. Se ve delicioso!!!!
Gracias por compartir tus recetas.
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