Llueven calabazas…
Puede que a estas alturas la receta de mermelada de calabaza la tengáis mas que vista.
La que yo os propongo es sencilla y deliciosa.
Los ingredientes para una buena mermelada son, obviamente la fruta (en este caso la Calabaza), el azúcar, la pectina y la acidez.
Para que la consistencia sea perfecta tiene que tener la suficiente cantidad de estos 3 últimos ingredientes.
En mi caso no utilizo el famoso “tpt” (“tanto por tanto”), por ello, como la calabaza tiene un bajo contenido en pectina, le he incorporado una manzana Grand Smith con piel (que tiene un alto contenido en pectina), y 1 cucharada de zumo de limón que aporta acidez, pectina y sabor.
Y para que aún esté mas deliciosa, le he añadido ½ vaina de vainilla y el zumo de 2 mandarinas pequeñas. Está increíble, y se puede utilizar para un montón de recetas.
Ingredientes
- 500 g de calabazas
- 250 gr de azúcar
- 1 manzana Grand Smith con piel
- el zumo de 2 mandarinas pequeñas
- ½ vaina de vainilla
- 1 cucharada de zumo de limón
Elaboración
En primer lugar, pelamos y cortamos en trozos la calabaza. Después cortamos pero no pelamos la manzana a cubos.
En una olla, combinamos la calabaza, la manzana, el azúcar, la ½ vaina de vainilla (a la que habremos raspado las semillas), y los zumos de mandarina y limón.
Cocinamos primero a fuego alto hasta que comience a hervir y a continuación reducimos la temperatura a medio-bajo.
Una vez la calabaza esta blanda y suave(aproximadamente entre 40 y 50 minutos), y el líquido ha reducido, retiramos la vaina de vainilla, esperamos unos segundos, y después trituramos con la batidora de mano.
Si nos queda muy líquida la cocinamos unos minutos mas.
Para el envasado:
En este caso, no haría falta porque sale para aproximadamente y tarro, pero si decides hacer mas aquí va unos consejitos.
Para esterilizar los tarros los introducimos en agua hirviendo entre 10 o 15 minutos, para que queden secos puedes poner los en el horno a baja temperatura.
Los tarros se deben llenar con la mermelada caliente, dejando unos 5 milímetros de espacio. Después limpiamos la tapa con un paño limpio y húmedo, y cerramos. Los colocamos boca a bajo hasta su esterilización.
Ponemos a calentar una olla con agua hasta que comiencen a aparecer burbujas.
Seguidamente ponemos un paño en el fondo de una cazuela para evitar que los botes choquen entre si. Colocamos los tarros, y entre ellos ponemos otro paño. Seguidamente vertemos el agua caliente por los lados hasta aproximadamente unos 5 cm por encima de las tapas, se tapa la cazuela y se dejan unos 10-12 minutos. Finalmente se retiran los tarros y se dejan reposar hasta que estén completamente fríos.
Etiquetamos y fechamos los tarros.
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