Llega el buen tiempo y el tapeo, y que mejor que uno de los clásicos, los “Calamares a la romana”. Siempre que voy a Ronda vamos a comer a un pequeño restaurante donde hacen unas tapas a base de pescado increíbles, y como hace poco estuve me traje un motón de harina de garbanzo, ya que por aquí me cuesta un poco encontrarla.
Estas fotos son de Ronda, y de Benaoján, el pueblo de donde son mis padres. Estuvimos en “La Cueva del Gato” donde mi perrita disfrutó de lo lindo
La única dificultad que presenta esta receta es alcanzar el punto de fritura, se trata de un punto de calor idóneo, que deje crujientes por fuera los calamares, y jugosos por dentro, y sin llegar nunca a quemar los alimentos.
En mi caso siempre pongo un diente de ajo en el aceite cuando empieza a dorar incorporo los calamares, no hay que poner demasiados o la temperatura del aceite bajará mucho. Cuando el aceite ya está muy caliente suelo jugar con una temperatura media alta (entre el 6 y el 7 en inducción).
Ingredientes
• ½ kg de calamares
• 1 plato con la mitad de harina de trigo y la mitad de harina de garbanzo
• Un plato hondo con leche
• Un poco de sal
• Aceite de oliva
• 2 dientes de ajo
Decoración
• Una lima o un limón de tamaño pequeño
Elaboración
Limpiamos los calamares y los cortamos formando anillas, después los aderezamos con un poco de sal.
Preparamos dos platos uno con leche y otro con una mezcla de harina de trigo y de garbanzo.
A continuación, ponemos una sartén honda con abundante aceite y añadimos unos dientes de ajo sin pelar.
Cuando el aceite esté bien caliente, pasaremos las anillas de calamar primero por harina, seguidamente por leche (se le puede añadir un pelín de sal), y terminaremos otra vez pasándolos por la harina, y los colocamos en la sartén para freírlos hasta que tomen un tono dorado. Recuerda, no pongas demasiados trozos para que no baje la temperatura del aceite.
Los iremos sacando sobre un plato recubierto de papel absorbente.
Para realizar la cestita, cortaremos dos líneas verticales perpendiculares en el centro de la lima, después cortaremos horizontalmente una de las partes, desde la mitad de la lima, y luego la otra, dejando las dos líneas verticales centrales que habíamos realizado anteriormente.
Con una cucharita vaciamos el interior, y ya tenemos una cestita para colocar trocitos de lima o limón.
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