lunes, 7 de abril de 2014

Tortilla de alcachofas, con habitas y pan con tomate.



 
 Las alcachofas tienen multitud de propiedades,  entre ellas, aliviar las molestias digestivas, para el tratamiento de la  arteriosclerosis, disfunciones del riñón, la anemia, diabetes, fiebre, gota, reumatismo   y piedras en vías urinarias.
Tanto griegos como romanos le otorgaban poderes afrodisíacos, por ello denominaban a la planta Cynara.
Según la mitología griega, en la isla que hoy conocemos como Kinaros, vivía una hermosa joven llamada Cynara.
El dios Zeus estaba visitando a su hermano Poseidón cuando vio a la bella joven hizo todo lo posible para seducirla.
A fin de tenerla cerca, la convirtió en diosa y la llevo al monte Olimpo.
Sin embargo, Cynara pronto comenzó a extrañar a su familia, sintió nostalgia y volvió al mundo de los mortales para realizar una breve visita.
Cuando regreso al Olimpo, Zeus descubrió lo que había hecho y enfurecido la arrojo del mundo de los dioses y la transformo en la planta que hoy conocemos como alcaucil o alcachofa (Cynara scolymus).
La verdad es que de la alcachofa se han escrito hasta Odas, aquí os dejo la del poeta chileno, Pablo Neruda:
Oda a la Alcachofera
La alcachofa
de tierno corazón
se vistió de guerrero,
erecta, construyó
una pequeña cúpula,
se mantuvo
impermeable
bajo
sus escamas,
a su lado
los vegetales locos
se encresparon,
se hicieron
zarcillos, espadañas,
bulbos conmovedores,
en el subsuelo
durmió la zanahoria
de bigotes rojos,
la viña
resecó los sarmientos
por donde sube el vino,
la col
se dedicó
a probarse faldas,
el orégano
a perfumar el mundo,
y la dulce
alcachofa
allí en el huerto,
vestida de guerrero,
bruñida
como una granada,
orgullosa,
y un día
una con otra
en grandes cestos
de mimbre, caminó
por el mercado
a realizar su sueño:
la milicia.
En hileras
nunca fue tan marcial
como en la feria,
los hombres
entre las legumbres
con sus camisas blancas
eran
mariscales
de las alcachofas,
las filas apretadas,
las voces de comando,
y la detonación
de una caja que cae,
pero
entonces
viene
María
con su cesto,
escoge
una alcachofa,
no le teme,
la examina, la observa
contra la luz como si fuera un huevo,
la compra,
la confunde
en su bolsa
con un par de zapatos,
con un repollo y una
botella
de vinagre
hasta
que entrando a la cocina
la sumerge en la olla.
Así termina
en paz
esta carrera
del vegetal armado
que se llama alcachofa,
luego
escama por escama
desvestimos
la delicia
y comemos
la pacífica pasta
de su corazón verde.
 Pablo Neruda, y su “Oda a la Alcachofera” incluido en su libro Odas Elementales (1954)
INGREDIENTES
1kl de alcachofas
200g de habitas tiernas
2 patatas grandes
8 ajetes
6 huevos
1 cebolleta
Sal
Aceite de oliva
Aceite de girasol para freír
Para el pan con tomate
Rebanadas de pan
Tomates maduros
Sal
Aceite de oliva
ELABORACIÓN
Prepararemos una sartén con abundante aceite.
Mientras tanto cortaremos las patatas en dados, las sazonaremos y las añadiremos a la sartén cuando el aceite este caliente.
Cortaremos el resto de verduras, las alcachofas a gajos o en láminas, la cebolleta muy picadita, y los ajetes y las habitas en trocitos.
Lo agregaremos todo a la sartén junto a las patatas, y lo freiremos todo a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que se dore todo un poco.

Después lo retiraremos todo y lo escurriremos bien para evitar el exceso de aceite.
Prepararemos un recipiente amplio, donde batiremos los huevos con un poco de sal, y les incorporaremos el resto de ingredientes.


A continuación, pondremos un poco de aceite de oliva en una sartén, y verteremos la mezcla anterior. Cuajaremos el huevo primero a fuego fuerte, y seguidamente a fuego medio bajo. Voltearemos la tortilla para que se dore por ambos lados y serviremos caliente.

Para las rebanadas de “pa amb tomaquet” tostaremos las rebanada de pan en una tostadora o en el horno, una vez tostadas podéis refregarle un poquito de ajo o no esto va a gustos, dependiendo de la vida social que queráis tener a continuación (ji,ji), cortaremos un tomate maduro por la mitad y untaremos las rebanadas de pan por un lado, o ambos, en mi caso solo le pongo por un lado. Finalmente las regaremos con un poquito de aceite de oliva y les pondremos una pizca de sal.



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