Dulce tentación |
Son una mezcla de chocolate blanco, avellana caramelizada y café soluble. Todo un deleite para los sentidos, y un delicioso detalle para compartir con la persona querida.
INGREDIENTES
• 60g de azúcar normal
• 40g de azúcar vainillada
• 100g de harina
• 50ml de leche
• 2 cucharaditas de café soluble
• 50g de mantequilla
• 3 huevos
• 75g de chocolate blanco (para derretir)
• 50g de chocolate blanco (picadito o si lo podéis conseguir en chips mejor)
• 1/2 sobre de impulsor (levadura en polvo)
• Pizca de sal
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 20ml de amaretto
Avellanas caramelizadas
• 80g de avellanas
• 1 cucharadita y ½ de azúcar
Decoración
• Un poco de mermelada de albaricoque (puede ser la que más os guste)
• Azúcar de color oro (se encuentra fácilmente en Eroski)
ELABORACIÓN
En primer lugar precalentaremos el horno a 170ºC.
A continuación, pondremos a derretir el chocolate al baño María o en el microondas, en este último caso a baja potencia y controlando cada pocos segundos para que no se nos queme, yo lo puse en tres intervalos de 20 segundos cada uno. En este caso le puse junto al chocolate 25 ml de leche, ya que quería que quedara ligero para poderlo incorporar mejor.
Seguidamente colocaremos las avellana en una sartén junto a 1 cucharada y media de azúcar, y a fuego suave esperaremos a que el azúcar comience a caramelizarse. Mezclaremos y retiraremos sobre un papel de horno. Una vez frías las trituraremos, o machacaremos un poco que es lo que yo hice ya que me gustan los trocitos , pero vosotr@s podéis perfectamente reducirlas a polvo.
Ahora comenzaremos con el bizcocho, para ello batiremos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar, hasta obtener una mezcla cremosa, e iremos incorporando los huevos uno a uno hasta que queden bien integrados.
En este momento pondremos el chocolate derretido,el licor y el extracto de vainilla, volveremos a mezclar, para seguidamente añadir las avellanas. A mezclar de nuevo, y nos toca el turno de la harina tamizada con la levadura y la pizca de sal, junto a los trocitos de chocolate blanco, e incorporamos todo sin batir demasiado, realizando movimientos más delicados.
Por último, en los 25ml de leche restantes, deshacemos el café soluble y lo integramos a la masa.
Los retiramos del horno una vez cocidos, y los colocaremos sobre una rejilla hasta que enfríen. Para finalizar, pintaremos con un poco de mermelada, arriba en la corona, y espolvorearemos el azúcar. Parecen pequeñas coronitas.
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