Estas galletas tan deliciosas, son mi primer regalo de Navidad. En cuanto llega el puente de la Inmaculada, ya me pongo en modo Navidad, ya tengo el árbol preparado, las figuritas del belén, y ya solo queda comenzar a hornear.
Son unas galletas crujientes por fuera y suaves y delicadas por dentro, y la sorpresa de los piñones me recuerda a los panallets. Dos frutos secos que se complementan perfectamente, con un truquito que hace que las galletas que llevan frutos secos queden mas jugosas, ponerles un par de cucharaditas de mermelada de melocotón, albaricoque o naranja.
Esta receta es perfecta, para reciclar las claras que nos sobran cuando hacemos crema, o cualquier otro dulce donde solo empleemos las yemas.
Ingredientes
- 300 g almendra molida
- 180 gr de azúcar
- 3 claras de huevo
- ½ vaina de vainilla
- la ralladura de un limón
- 2 cucharadas de mermelada de albaricoque
- 20 gr. de piñones
Acabado
- 1 clara
- 150 gr de almendra laminada
- azúcar glas
Elaboración
Precalentamos el horno a 180ºC , calor arriba/abajo.
En primer lugar mezclamos en un recipiente el azúcar, la almendra molida, los piñones y la ralladura de limón.
A continuación, incorporamos las claras (que previamente montaremos con una pizca de sal, hasta que empiecen a formar picos suaves), la vainilla, la mermelada. Volvemos a mezclar hasta que todo quede homogéneo.
Después preparamos dos platos, uno con clara de huevo batida ligeramente, y otro con las láminas de almendra.
Con la ayuda de una cuchara sopera vamos cogiendo porciones de masa, a las que daremos una forma redondeada entre las manos, después pasaremos nuestra masa por clara de huevo, y luego por la almendra laminada, apretando la masa ligeramente sobre ellas.
Las vamos colocando a unos 3 o 4 cm las unas de las otras sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado o una alfombrilla de silicona.
Las horneamos durante unos 7-10 minutos, o hasta que comiencen a tomar un tono dorado.
Una vez frías espolvoreamos azúcar glas.
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